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Pomelo gigante y patata morada |
El satélite chino Shijian-8 lanzado el 9 de septiembre de 2006 desde el centro de lanzamientos espaciales Jiuquan , luego de una misión espacial de 2 semanas, ha regresado exitosamente a tierra. Aterrizó en la provincia de Sichuan, la patria de los queridos pandas gigantes, al suroeste de China a las 10:43 a.m. hora de Beijing del día 25 de septiembre.
En la cápsula, han viajado 215 kilos de semillas de hortalizas, frutas, cereales y algodón para someterse a la gravedad cero y a la radiación cósmica. Tras este experimento, esas semillas serán plantadas en la tierra y los expertos esperan que produzcan buenos frutos. Ésta es la novena misión de este tipo que China realiza desde 1987. Desde entonces, varias especies de vegetales han pasado por esta experiencia.
Una de las mayores firmas dedicadas a la utilización de estas semillas, Pujiang Zhengyi Horticulture, situada en las afueras de Shanghai, cosechó en unas 670 hectáreas al norte de la capital china cerca de 50 toneladas de “cultivos espaciales” este mes, sembrados a partir de semillas enviadas fuera del planeta en alguna misión espacial china, o de las generaciones derivadas de ellas.
“Los (frutos de los) cultivos espaciales son generalmente mayores que los normales, y el color de algunas especies varía”, explicó Shi Zhenggang, subdirector general de la empresa, que plantó en febrero 25 especies vegetales, incluidos tomates, sandías y maíz, cuyas semillas estuvieron a bordo de un satélite recuperado en 2006.
La producción de estos cultivos suele ser un 25% mayor que la obtenida con semillas convencionales, aseguró Shi, aunque se den fenómenos como el cambio de tonalidad de la piel de las sandías, del verde al amarillo. Estos cultivos no suponen ningún riesgo para la salud humana, ya que los cambios en las semillas ocurren de manera espontánea cuando entran en contacto con la “radiación cósmica”, lo que las diferencia de los alimentos modificados genéticamente, aseguró Feng Zhiyong, miembro de la Academia de Ciencias Agrícolas de Shanghai.
Tomates fucsia, plátanos que podrían crecer en la
estepa siberiana y berenjenas de diez kilos son algunas de las variedades
hortofrutícolas aparecidas en China gracias a los experimentos realizados en el
espacio exterior en los últimos 20 años. Desde que surgió la idea en 1987,
China ha llevado a cabo 23 experimentos en el espacio con unos 70 tipos de
plantas y 400 variedades de semillas. Se
han realizado más de 1.000 cultivos experimentales con «semillas espaciales»,
actualmente se comercializan al menos 60 variedades. Actualmente hay ya 25 tipos de plantas
espaciales con licencia para comercializarse en China: 15 tipos de arroz, 4 de
trigo, 2 de tomate, 2 de pimientos verdes y 2 de jengibre.
Enlaces y videos
El Mundo 2007/07/18
La Razon España 2012/10/14
espores, universidad de Valencia
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