Elif Bilgin |
Bilgin señala que el bioplástico se produce normalmente a partir de papas, pero que la cáscara de banana es igualmente rica en almidón, y además es uno de los desechos más comunes de la industria alimentaria.
La joven investigadora hervía las cáscaras de banana para luego mezclar la pasta con pequeñas cantidades de glicerina, soda cáustica y ácido clorhídrico, pero el plástico resultante se descomponía al cabo de tres días, por lo que siguió investigando.
Averiguó que colocando las cáscaras en una solución de disulfito de sodio, un antioxidante, antes de hervirlas, y ajustando las cantidades usadas, el plástico se mantenía inalterable y resistente.
El plástico obtenido era de la calidad deseada, durable, no muy fino ni muy espeso. Un primer uso, señala Bilgin, podría ser como aislante para cables eléctricos, pero también servirá para prótesis médicas o estéticas, añade.
Este proceso de fabricación de bioplásticos puede ayudar a reducir el consumo de petróleo y tambien reciclar basura orgánica. Y es un proceso tan simple que puede ser hecho en casa sin requerir equipos especiales.
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El Comercio (Peru)Ecoosfera
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